viernes, 10 de diciembre de 2010

WikiLeaks y el futuro de Julien Assange


Seguro que casi todos vosotros, a no ser que hayáis estado veraneando en Plutón, habréis oído hablar sobre el follón que se está montando últimamente a causa de las informaciones filtradas a los medios de comunicación de forma masiva por parte de WikiLeaks. Parece que Julien Assange, el fundador y máximo activista de esta organización, está ahora sacando los trapos sucios de las altas esferas, que durante tanto tiempo nos han sido ocultados. La mayoría de los documentos afectados eran archivos clasificados altamente secretos que, de ser publicados, eran capaces de comprometer a los más poderosos gobiernos y personalidades del mundo. Pues bien, como todos sabéis, la verdad siempre acaba saliendo a la luz, y gracias a este joven australiano ya tenéis a los políticos vaciando las despensas de aspirinas en las farmacias.

El hecho es que con tanto secreto, era de esperar que alguien acabara por soltarse la lengua en pro de la democracia y concedernos ese derecho a saber lo que se cuece más allá de las sonrisas de esa gente que dice que actúa en defensa de su pueblo. ¿No creéis?

El problema ahora está en qué hacer con este buen hombre; estoy seguro de que la CIA ya se había planteado liquidarlo, pero en vista del gran apoyo popular de que goza el hacker australiano, en cuanto le pasara algo se montaría un follón como los hay pocos. Además, cantaría mucho. También es demasiado arriesgado esperar a que se pase su momento de gloria, porque mientras va a seguir fastidiando sus intereses. Y por lo visto, Assange tiene un número de magia preparado en caso de deceso prematuro… Si es que el tío lo tiene todo planeado de antemano. Así que ojito.

Por tanto, lo que van a hacer ahora es pagarle con la misma moneda: van a sacarle los trapos sucios, aunque en realidad no los haya. ¿No veis las noticias? Que si ha violado o ha intentado violar a diversas chicas suecas (y además lo que es curioso es que se les ocurre denunciarle todas a la vez, sin cooperación aparente), que si había puesto una fecha mal en su cuenta bancaria en Suiza… Iba a ir a la cárcel por acoso sexual. ¿Qué quiere pagar la fianza? Pues le embargamos su cuenta en Suiza. Cuatro excusas judiciales y está hecho.

Así son las cosas en el mundo en que vivimos. Al final gana el que es más fuerte. Pero Assange se está haciendo cada vez más popular y le van a tener que parar los pies pronto si no quieren pasarlas canutas. Así que… esperad un poco y veréis al pobre hombre entre rejas por cualquier tontería. ¿O saldrá un loco explicando que tuvo un sueño en que unas voces le decían que se lo tenía que cargar?

Sea como sea, cabe esperar que se lo vayan a quitar de en medio muy pronto.

¡Brindemos por la democracia!